Revista satírica virtual Número XI
Pica, pero hace miel / hace miel pero pica. Revista cibercrítica, ciberácida. Chismes-viboreos-dimes y diretes-pitorreos-balcones-pornosurrealismo
La zona negra de la cultura mexicana que todos conocen pero nadie se atreve a mencionar por conveniencia, intereses sectarios, lana, arribismo, prostitución, corrupción o simplemente miedo; o sea, la mierda en la que nada a gusto nuestra excelsa cofradía cultural, no importa si se pinta tricolor, azul, amarilla o verde. Como contrapeso para la salud mental de nuestros ciberlectores, LA AVISPA ROJA ofrece juegos interactivos, acertijos, concursos, premios, gráficas eróticas (esto es, pedorros despampanantes), caricaturas, poesía picaresca y escatológica, arte, aquí no se perdona a nadie, ni a nosotros mismos; ni con Dios ni con el Diablo, que conste.
DEDITO RIAL
¿Etica y Mota?
Cada día se escucha con más frecuencia, la demanda por la conscuente aplicación de una normatividad ética sobre las funciones reales de la justicia, la política, los medios y hasta de la economía en su accionar sobre los pocesos de nuestra vida social. A esto serefiere el diario El Financiero, en su edición del martes 29 de agosto del año pasado.
A nombre de qué o quiénes, podría ser rechazada tal medida, en caso de que alguien ( vgr. La Avispa) se le ocurra considerarla necesaria también, para el sano desarrollo de nuestra cultura. O acaso, ser músico, pintor, dramaturgo, poeta o intelectual, ¿nos exime de las sanciones que puedan merecer nuestras acciones ruines y, por tanto reprobables?
Para quien crea todavía que juzgar y/o cuestionar -ojo a lo que aquí se dice- la conducta de nuestras personalidades culturales, sea incurrir en un ataque contra la "sagrada" libertad individual de un creador, permítannos decirles que se equivocan de pe a pa. Y no tanto porque sea propio de mentalidades "conservadoras" y/o "moralistas" el intento de amordazar la mentalidad ajena, sino porque hay esferas y límites para la misma acción de esa libertad, que no es de suyo, irrestricta o con fuero divino.
Y para muestra, allí tenemos el caso del poeta Ezra Pound, a quien sin ser un redomado bandolero como el también poeta Francois D'Avillon o un no menos eficiente matarife de la talla del inimitable pintor Caravaggio, se le hizo pagar sin embargo, su máximo pecado, con sus últimos años de vida en prisión. Nada más, porque se le ocurrió de buena gana ser vocero y pregonero radial de las "virtudes" del fascismo italiano. No se olvide que, de una forma indirecta, tal apoyo tambin lo concedieron los pinores futuristas -Marinetti- de aquella época. Otro caso, Borges, con todo y que es el pináculo de la literatura latinoamericana y de la lengua española del siglo XX, no se salvó de la reprobación mundial, cuando se declaró partidario de las dictaduras latinoamericanas, la de Pinochet en particular, que durante décadas asolaron la vida del cono sur de América.
Acá, mexicanamente, tenemos algunos ejemplos más que ilustres.
Nadie duda que el "gran" Octavio Paz tiene el titipuchal de admiradores entre una respetable parte de la grey cultural. Pero igual, otra buena parte no sólo de ese mundillo sino la mayoría de las demás clases, lo tilda del mayor fraude humanista del siglo XX. Junto con Carlos Fuentes y José Emilio Pacheco, por cierto. Ante la opinión pública del ciudadano concientizado, ellos no son sino unos auaténticos farsantes, para los cuales nada pasa en este desdichado país, y de allí su preclaro silencio.
Claro que éstas sanciones históricas, nada tienen que ver con el estrecho concepto de lo "moral", sino el más amplio de lo "etico". Por lo mismo, las tendencias sexuales, religiosas, ideológicas o políticas, quedan fuera de su acción punitiva. No así los defectos o deformaciones de la conducta, como son la corrupción, y su sinónimo aplicado en sentido estricto al medio cultural, y puesto de moda por Carlos Salinas de G.: la cooptación. Efecto de compraventa de conciencia del cual son perfectos ejemplos Héctor A. Camín y Enrique Krauze, enriquecidos al amparo de dicha administraciòn.Sigue la lista gorda: el servilismo de algunos "grandes" artistas, como el escultor Sebastián, quien cobró fama a lo largo de varios sexenios priistas, gracias al apoyo mutuo que se dieron. El, adornando con su presencia la demagógia de cada régimen en turno; ellos correspondiendo con el financiemiento de un sinfin de sus esculturas. Hasta que se le acabó el gusto, con el avenimiento de la incuria falaz de los panistas, en cuando supieron que el famoso artista ofreció -pensando como cualquier alcornoque oportunista, que el gane era seguro- una espléndida cena al candidato presidencial priista, Francisco Lavestida y su esposa, a la que acudieron además media centena de compaches suyos, algunos prominentes personajes de la cultura nacional.
TALLER DE GRAFICA JOSE LUIS FARIAS
PROLEGOMENO
Hablar de José Luis Farías en el espacio de la gráfica mexicana contemporánea, es referirse a una tradición visual que emparenta la técnica con la creatividad, la conciencia con lo estético.
En México esta tradición de perfiles nacionales netos, surge con el taller de Arsacio Vanegas Arroyo ( - ), quien motiva y estimula a el genio de José Guadalupe Posada ( - ). Con ellos se cimenta el desarrollo de esta tradición dentro de la gráfica que, hasta el día de hoy, continúa vigente a la par que la evolución estética y formal de sus diferentes técnicas. Por ejemplo, las reinvenciones de Rufino Tamayo como las "mixografías", las de Goyo González y sus "silicografías", inclusive los experimentos con mimeógrafo y la copiadora electrónica (la llamada neográfica), hasta desembocar en lo que hoy se conoce como arte digital, producto de la computadora.
Con la Revolución Mexicana, tal tradición recupera sus auténticas raíces temáticas, para extenderse en las décadas siguientes y conformar el numeroso contingente de artistas cuya obra trasciende hasta la actualidad nuestras fronteras.
Todo lo cual nos remite a la vida y obra de grabadores de la primera mitad del siglo XX, con la talla de Leopoldo Méndez, Carlos Alvarado Lang, Angel Bracho, "Nefero", Leo Acosta, Arturo García Bustos, Xavier Iñiguez, Adolfo Mexiac, Carlos García Estrada, Elizabet Cattlet, José Luis Farías...
En esta dimensión, el prestigio de José Luis Farías como grabador e impresor, ha trascendido de igual manera nuestros límites geográficos. Por ello. en 19 es invitado a Italia, para imprimir una serie de grabados de gran formato ( el menor fue de x ) realizados por artistas italianos de reputación internacional, como Mario Benedetti de Bérgamo, Giorgio Piglio de Milán, Gian Franco Camil de Venecia y Giovanni Job de Génova.
HISTORIA
En el Taller de Gráfica José Luis Farías, el estudiante no sólo aprende las diversas técnicas del oficio gráfico. Desarrollará, al mismo tiempo que el conocimiento de su evolución desde los orígenes (alrededor del S. XIII) hasta la actualidad, el autoconocimiento de sus posibilidades personales como impresor y grabador.
El campo de las disciplinas gráficas es tan extenso, como las necesidades mísmas de la comunicación visual contemporánea. Así, es elemento consustancial del diseño, la publicidad, la propaganda, la educación, el arte y, propiamente, la cultura en general. No podría ser de otra manera, dado que el grabado surge con la xilografía (grabado en madera) hacia el S. XIII, no como una técnica expresamente centrada en la expresión estética. Fue, antes que nada, un recurso idóneo a los fines de la propaganda religiosa para la naciente iglesia católica.
Con todo, sus ilimitadas posibilidades de expresión, comunicación y reproducción visuales, aprovechada por las generaciones de artistas que se sucedieron a lo largo de las épocas posteriores, lo llevaron al preeminente sitio que hoy ocupa dentro de las artes universales. En las maneras más sencillas de su aplicación, la técnica, por cierto, no es privativa del mundo occidental. En China, una de las culturas más antiguas, ya se aplicaba hace milenios el estampado, mediante sellos de arcilla sobre papel o seda. Parecidos fueron también los procedimientos de estampado que se lograron en la Mesoamérica prehispánica.
EL TALLER
Antes de que las 'artes' recibieran tal denominación y se las concibiera como la máxima expresión de la sensibilidad humana, a más de memoria de las culturas en su paso por la historia, solamente se las reconocía por su nivel utilitario, como "oficios". Si hemos de creerle al discípulo de Teodoro Adorno, el filósofo Walter Benjamín, no es sino hasta fines del siglo XIX cuando comienza a dárseles la calificación de artes y a sus productores, la de "artistas".
Nada más lógico, puesto que hasta ese momento, sus fines generales eran por antonomasia decorativos, propagand´siticos o conmemorativos. El taller, es el antecedente histórico de las academias y los centros de enseñanza artística. Eran el semillero de un sinnúmero de generaciones de "artesanos", según se llamaba a los pintores, escultores, grabadores y orfebres, sin distinción alguna respecto a las otras artesanías meramente decorativas y utilitarias.
Tampoco contaban con el amparo económico de gobiernos o sistemas institucionales abocados a fomentar el desarrollo artístico de las personas. El eje en torno al cual desarrollaba el taller sus actividades, era el maestro. Personaje singular, éste era casi siempre un artista reputado lo suficiente para ser merecedor de dicho privilegio. Su lustre conllevaba también la gracia de ser apoyado por los "mecenas", nobles ricos de la época que aportaban los medios necesarios para el sostenimiento el taller. En la historia del grabado, aparecen como paradigmas del taller y el maestro, grandes creadores de la talla del Tiziano o el Tintoretto.
OBJETIVOS
Para el maestro José Luis Farías, el cometido de un "maestro" no se reduce a enseñar solamente las técnicas gráficas, es decir, la litografía, xilografía, metal y serigrafía. Durante los pasados treinta años, si dejar la continua realización de su obra personal, ha trabajado como impresor de las obras de varios connotados artistas mexicanos. Entre ellos, la de Francisco Corzas (+), José Luis Cuevas, Francisco Toledo, Leonel Góngora (+), Raymundo Martínez, Javier Arévalo, Leonel Maciel y otros que sería largo enumerar. Ha desarrollado además, una visión bastante personal de lo que entraña el quehacer gráfico. Concepción que forma parte de los fundamentos de su enseñanza. Así, para los fines prácticos de su taller, aúna los conocimientos históricos y pedagógicos de la cultura gráfica. Con ello, motiva las reflexiones propias sobre lo que hay detrás de un grabado; qué es, técnica, formal y expresivamente; en qué forma los elementos materiales y los recursos técnicos intervienen en su elaboración y, por último, su importancia tanto histórica como estética en el contexto de la cultura contemporánea, sin dejar de ser el vehículo de comunicación social que es, todavía.
JOSE LUIS COLIN
El Taller de Gráfica José Luis Farías, abre sus puertas a toda aquella persona que desee iniciarse en el fascinante mundo de la expresión gráfica.
Para mayores informes, el maestro Farías lo atenderá personalmente en el teléfono , o en su taller de las calles de Extremadura.
POEMA
ANGELES DE LA NOCHE
Por la obra de José Luis Farías
Angeles de las tardes
y de las albas,
angeles de la medianoche
y del mediodía,
en las camas sucias de los hoteles,
en los cobertores y almohadas
de las madrugadas frías,
angeles, al rojo vivo de las alcobas
y sus bombillas de lánguido infierno,
angeles de los coches,
las aceras, las esquinas,
bajo faroles y semáforos,
dorada lencería,
dorados broches,
fulgentes zapatillas,
niñas de lentejuela,
ojos, uñas, labios,
lenguas lascivas,
pieles de sudor y saliva.
¿Cómo que sin sexo,
estas aves de nuestra húmeda fantasía?
Nocturnas carnes,
masturbadas vigilias,
pintadas a besos,
a dentelladas,
a lamidas,
con el supurante pincel de Farías
en el viscoso espacio del lienzo,
o el buril de ardientes rayas
contra las flébiles entrañas,
concupiscentes meandros y antros,
perversas a mordidas,
lúbricas bajo mil lenguas feraces.
¿Cómo que sin deseos,
esos labios / esas lenguas,
pupilas / nalgas / senos,
manos / muslos / montes?
Cuando dulcineas
hijas de la insaciable Teodata*,
con ordálicas alas nos llevan
a sus infiernos y paraísos
como santos trofeos de la lujuria.
¿Cómo que sin orgasmos?
Si fuente de gemidos,
telar de suspiros y arrobamientos
y ayes de genitales turbulencias
son, en los lupanares lóbregos,
los mortecinos rincones,
las sórdidas calles
y en las cacarizas auroras
de nuestros chorreantes sueños.
Quién las nombró dulces,
caramelos / bombones / bizcochos
de las nocturnas confiterías,
congales / prostíbulos,
burdeles / lupanares / bules,
donde se prenden cirios
por Areúsa**, la alcahueta.
Lenguas remojando pelos erizos,
montes de Venus ajadas,
narices olisqueando valvas
abiertas a la resaca marina,
bocas, vulvas, falos, dedos,
mieles y cremas , ambrosías
destiladas entre las rojas venas
de nuestros tizones en sus braseros.
Angeles de verdad
no de reliquia,
ángeles de compañía
no de soledad,
ángeles de la guardia
para las vigilias crudas,
ángeles de cárdenos pechos
para lactancias incontinentes,
ángeles de un oficio más viejo
que el de las sirenas / arpías,
medusas y quimeras.
Angeles de lunares y caireles,
carmines / baratas / lociones
opacos / tintes / polvos / grises,
revolcaderos de nuestra melancolía,
filos de amor que sajan
las gotas de negro humor
Angeles que la estupidez divina
desde sus castradas ingles llama
putas / hetairas / ahuayamines***,
güilas / pirujas / meretrices,
prostitutas / mesalinas,
hijas de Leviatán,
de Afrodita y Eros,
dejen que hunda
mis oscuras entrañas
en la dulce comezón de sus puchas,
panochas / vulvas / pepas,
para encender
la madrugada de los tristes.
*) Teodata: célebre prostituta en la Atenas de Sócrates. Jenofonte la menciona en el capítulo XI
de sus "Recuerdos de Sócrates".
**) Areúsa: puta cómplice en "La Celestina" (Fernando de Rojas).
***) Ahuayamines: prostitutas de la cultura náhuatl.
JOSE LUIS COLIN
BALCON
Pues claro que nos aventamos de nuevo contra la prepotencia y el cinismo institucional.
Y pese a no quererlo, nos vemos otra vez haablando de la "Gorda de las memelas", Consuelo Sáizar, flamante directora actual del CONACULTA. Vuelve a las andadas represoras de las que fue paradigma durante su gestión al frente del Fondo de Cultura Económica, donde solamente sus cuatachos del alma tenían buenos puestos, vgr. el analfabeta culterano Adolfo Castañón. Si entonces se sentía bien era por la protección de los poderes espurios pero reales de la nueva institucionalidad, al grado de disponer quién sí o quién no era digno de ser publicado en la editorial, no dudamos de que ahora cometerá las tropelías y desmanes autoritarios a los que es afecta.
El caso es que no bien se acomodó en el flamante sillón del CONA, lo primero que dispuso fue vetar la lectura del más reciente libraco del popular "Chanfalla", alias Gonzalo Martré. Con eso además se demuestra que los directores de las demás instituciones bajo la dirección del organismo, carecen de total independencia para llevar a efecto los principios requeridos para el efectivo ejercicio democrático de sus funciones. Así la directora de Bellas Artes, Enzia Verducci se plegó como es obvio y sin decir pío al caprichoso parecer de la "gordita", "memela" u lo que sea.
Pero, "cómo no iba a ser, margarito". ¿En qué mentalidad provecta puede nacer la idea de que después de patear el pesebre hasta por debajo de la lengua, que es lo que ha hecho el Martré durante los pasados últimos años dándole duro con sarcasmo y veneno a la gordita, salga ahora pidiéndole chiche para para presentar su obra en una de las instituciones que aquella maneja... ¡Que son todas..". Ya te vetaron todo el sexenio, mi hermano.
CUENTO
ESPERANDO A LIZ
X José Luis COLIN
Y sucedió lo que en todo cuento de amor.
Nuestras miradas se encontraron y fue, lo que se llama, "un flechazo".
En la raíz de lo insondable se formó nuestro abrazo, y nuestras bocas dibujaron trazos húmedos, tiernos, sobre el cintilante parpadeo del polvo vírgen, anticipando las formas que estaban por nacer con el acaso.
Cada partícula de las yescas que eran nuestros crepitantes cuerpos desató, entonces, vorágines, torbellinos de estrellas que se fundían y deshacían como tolvaneras de sangre, contra el telón oscuro de la insomne nada.
Nuestros labios y lenguas, enlazados a la misma danza de nuestras epidermis, escribían una partitura de susurros y suspiros que aún resuenan, por encima de las esferas chamuscadas en la antesala del silencio eterno.
Bajo el letargo del tiempo y del espacio que sigue a todo sueño, envueltos todavía por su aura de ecos burbujeantes le prometí que hasta los fastos mayores de la adversidad, jamás lograrían que yo la abandonara. Hella me acarició con el gesto de la loba a su lobezno inquieto. Me respondió que nada ni nadie, la separaría de mí.
Ciega con la luz ardiente que manaba de sus propios ojos, como el borbollante manantial a los pies de la misma Afrodita, Hella no se percató de la sombra que durante un instante ocultó el regocijo de los míos.
Luego, al unísono fuimos el tembloroso tejido multicolor que tiñen radiante los futuros amoríos, hebra tras hebra hilado por la Señoras del Acaso, para ser el tamiz que separa o une la sincronía de las dualidades sagradas.
Así nuestro amor alumbró las constelaciones, las nebulosas, las galaxias y los iridiscentes celajes de materia oscura sobre el escenario de nuestros sueños, tan profanos como divinos al compás de su lengua y la mía. En esa Era sin latidos, fue cuando los dioses temblaron y los demonios, congelaron sus aullidos.
Con la incandescencia de la memoria borrada por nuestra cópula, le prometí que navegaríamos hacia el cielo para fondear en el círculo cenital de sus auroras. Eones después, recorreríamos la tierra, y con su amor concitaríamos la triada de la que debían nacer los ángeles portadores de la luz sin mancha.
Inmersa en el marasmo de nuestros embriagados corazones, Hella volvió a jurar que me seguiría a donde los vientos pródigos de nuestra entrega nos llevaran.
"-¿Y si nos conducen al Erebo?-", pregunté embargado por una desazonante duda.
Protestó.
Uno de sus delicados dedos cubrió mis labios, y los acalló. Su amor, el mío, el nuestro, era suficiente fortaleza para enfrentar las peores catástrofes y hecatombes. Por encima de los hados más nefastos conspirando para romper aquellos lazos que en ese destello primieval atábamos, ellos nos unirían hasta el fin de los tiempos.
Y cumplimos con el designio del hijo de Poros y penuria.
Y fuimos, la intensidad calcinante de los amores fundacionales, la trenza de fuego que los amantes forjan de sus cuerpos y almas hasta fundirse en Uno. Formamos la línea del círculo del cual nació el Tao, el adentro y el afuera de los orbes, el día y la noche, el giro del tiempo y del espacio, el sol y la luna, el anillo aúreo que aherroja la danza de los contrarios, en el océano oscuro y escondido detrás de la vigilia.
Estrellas fugaces, vagamos por la cava infinita del Universo y sus nueve cielos.Inagotable, nuestro desatado orgasmo los estremeció apagando sus mundos ya ancianos, para despertar con sus luminiscentes estertores, sartas de otros nuevos, bullentes como burbujas en la superficie dorada de un estanque de lava. Tanta fue la luz procreada por nuestra flamígera pasión, que la misma insondable eternidad tornó su corazón de tinieblas un terrón de azúcar, para disolverse luego con los nuestros como un néctar afrodisíaco en nuestras ávidas bocas.
Transcurrieron los eones sin medida de la primera chispa, nutriendo la negrura voraz del magnificiente útero estelar, con borbotones inmensurables de cúmulos galácticos, espirales de novas y sus chisporroteantes cenizas, recién paridas o moribundas.
Y bajamos a la tierra, cuando apenas nacía.
Según estaba escrito, la caminamos. Nuestros pasos marcaron todo, donde era o no era camino. Cenit a zenit, polo a polo, mares a continentes, glaciares a desiertos, selvas a cumbres. Ni su naturaleza propia de diluvios, incendios, terremotos, devastaciones marinas y lunares, cambió el curso de los vientos pródigos que impulsaban la nave resplandeciente de nuestro himeneo hacia las albas prometidas para dar curso a los astros de nuestra cita.
Bajo el dulce olvido que bebía del cáliz floral entre sus muslos, ocurrió lo que sabía pero no advertí a tiempo.
Estábamos de pronto, ante el indescriptible pórtico del Averno. Gemimos al sentir contra nosotros las ráfagas de candente fuego que insoluto, vomitaban las entrañas de la tenebrosa caverna.
Frente a nuestra temblorosa presencia, se erguía la pavorosa estampa del Cancerbero y sus rabiosas fauces trasquilando las rojas lenguas de la atroz hoguera. Puesta allí, para desgarrar a dentelladas la carne de los condenados que aguardan la entrada, como anticipación de lo que les depara su jardín de los suplicios, la monstruosa bestia solamente era contenida por la fuerza absoluta de las dos guardianas colocadas en ambos lados de la puerta. Hécate y Hela, las llaman desde los inicios del tiempo. Hécate con sus tres cabezas, en el centro de mujer y a cada costado, una de yegüa y la otra de perra. En seguida, Hela, la demonio del imperio de los sentidos, súcubo o íncubo de manera indistinta pero de acuerdo al deseo. Nos hicieron una reverencia. Voltearon hacia el torrente de llamas y con un ademán, nos invitaron a que entráramos.
Con todo y lo azorado de mi ánimo en aquel momento, comprendí. Y extendiendo mi brazo hacia Hella, secundé a su vez aquella solicitud mientras caminaba en la dirección indicada.
Ahora lo sé.
Hella se quedó afuera, paralizada de terror y cobijada por ese olvido que es la esperanza.
Yo. aquí adentro, también la sigo esperando con este olvido que es la soledad.
HISTORIAS PERRAS
EL GOYO Y LOS CACLES DE CHAROL
Quienes conocemos al Colín, sabemos que cuando anda pedo a veces se le ocurre presumir de que para él, eso de caer en los vicios institucionales a los que son muy adictos los de nuestra élite pública y privada, y que se repiten con soberbia fidelidad en la esfera de la cultura nacional, "na nay". Admite, claro, que como el chupamaro que es y desde la óptica lumpen burguesa no duda que algunas de sus acciones puedan calificarse como de lo "peorcito" del mundo en ese sentido. Y no por cinismo, pero tales opiniones ni le van ni le vienen. Al fin y al cabo, arguye, son las "pecata minuta" de toda vida entregada al divino néctar fuente de toda mitología, poesía y ganas de no aburrirse. Pero fuera de haberse arrastrado, vomitado, caído, peleado, escandalizado, etc., no le duele haber dicho siempre "no" a la corrupción, el servilismo, el oportunismo, la deslealtad, la hipocresía, etc también.
Escuchar esto basta empero, para que brinque en protesta su alter ego, el Anarcolín.
"Momento, moment plis, yo conozco a este cábula desde su plarehistoria y puedo decir que lo que afirma no es por completo cierto. Pese a todo lo que diga, son memorables algunas de las travesuras que ha cometido desde que tiene uso de razón. Que no tomara un modus vivendi de algunas de las sórdidas experiencias vividas en la calle, estoy seguro que fue más por incapacidad conductual o falta de cojones, que por buen corazón.
"Veamos el caso de cómo su admiración hacia la figura del "pachuco", el "cinturita" o "padrote" lo llevó a intentar su emulación allá por los años '70. Con mucho entusiasmo no hay que negarlo pero nada de lo que en verdad requiere el segundo oficio más viejo del mundo. Algo muy sencillo, la calidad del debido carácter "padrotero". Esto es, vividor, machista y golpeador de nínfulas.
Para su desventura, a el Colín nunca le ha gustado madrear a nadie nada más porque sí. Mucho menos a las morras, sean o no sean de "tacón dorado". Tampoco ha sido nunca de su agrado ser mantenido, por aquello de que quien mantiene cobra derechos sobre el mantenido. Y lo último pero más cabrera, hay que cumplir con el pago consabido. Cojer, cojer y cojer, cual semental fogoso y drogado, se tengan o no se tengan ganas.
"Igualito le ocurrió las ocasiones en que las circunstancias demandantes de la vida material, lo empujaron a incursionar en los terrenos calientes del tráfico, el asalto o el robo. En general, fueron acciones que ni siquiera pasaban del intento. Si alguna rara vez, por equis o zeta la hizo, el gusto no le duró mucho. Siempre lo pescaban en la movida chueca.
Malo en lo malo, pues. Pecadillos de aprendiz que no se repètía, por supuesto, tras los aleccionadores y traumatizantes fracasos.
"Y para botón de muestra, ahora les cuento lo que ocurrió con el pintor Gregorio González, el "Goyo".
"Sucedió que un día, hace unos años, se efectuó la inauguración de una muestra pictórica del referido artista, en el Salón de la Plástica Mexicana. Después del evento y según la añosa costumbre del gremio, tras el cuetel que nos puso alumbrados, el Goyo giró la rigurosa invitación para seguir la borrachera en su estudio de Polanco. Hacia aquellos años, fines de los '70, Goyo y Colín, igual que la runfla de sus cuatachos eran,además de imberbes, unos pedotes bien acelerados cuyas francachelas podían durar días y hasta semanas.
Y como fue. Esa noche la horda de teporochos de camisa blanca colmó con su "debraye", su escándalo y gritos no sólo el departamento, sino la calle y hasta la colonia.
"A la mañana siguiente, el Colín despertó con el cerebro bien liso tras los litros de marranilla con los que el Goyo los envenenara la noche anterior. Aún apendejado bajo el via crucis de la típica cruda, más una taquicardia que lo hacía sentir la agonía de Maimónides el perplejo, se percató de que a lo largo y ancho de la sala, el comedor, la recámara, el baño y hasta la cocina, había regados no menos de media docena de cuerpos jetones.
"Mientras se vestía, procurando despabilarse lo suficiente, para decidir que hacía con la cruda y el hambre que lo atenazaba. Se colocaba los zapatos, que no eran tales sino dos pedazos de cuero con hule apenas medio atados a sus pies, cuando advirtió que también regados por el piso había varios pares de zapatos. Allí se le ocurrió la perversa idea de salvarse de no andar pisando a raíz el asfalto, que era lo que ocurriría sin duda muy pronto.
"y que se da a la tarea de calzarse y medirse uno tras otro los choclos ajenos. Total, que ninguno de los durmientes era amigo suyo. Si acaso José Luis Serrano, que casi bajo la mesa del comedor babeaba formando un charquito en el suelo, pero dado el tamaño de sus patotas no serían sus zapatos los que se llevara. Se pobó pues, los primeros cinco, y nada. Ninguno le ajustaba. Se hacía a la idea de que no había suerte, y que descubre entonces un par de zapatos tras la entrada de la recámara del Goyo, dónde éste dormía mondo y lirondo. Nuevecitos y, ¡charolados! Tipo mocasín de pachuco.
"Con honda stisfacción comprobó que no sólo le quedaban sino que parecían estar inclusive hechos a su personal medida. Sin pensarlo más, ya calzados, emprendió raudo y veloz las de villadiego. No fuera la de malas que aquella piara de briagos despèrtara, y adiós chanclas nuevas.
" Luego, pasaron algunos meses antes de que, en otra inauguraciòn se encontrara de nuevo a su amigo Goyo. Tras el saludo afectuoso, Colín sintió la mirada de aquél recorriéndolo de arriba abajo, hasta fijar la vista en sus pies.
"-Creo que veo unos zapatos iguales a unos míos, que desaparecieron de mi departamento el día que celebramos mi exposición- musitó sibilino el Goyo, deteniéndolo del hombro como si procurara evitar una huída.
"-¡Nnnnooo...! ¿A poco son tuyos, mi Goyo...?
"-Claro güey.. ¿y cuándo me los vas a devolver o a pagar..?
"Y allí tienen a el Colín sudando la gota gorda bajo la "náusea" sartreana que lo embargó.
Tartamudeó las disculpas del caso, intentando explicarle a su carnalito del alma las razones del hurto. No fueron necesarias muchas. El buenazom del Goyo esbozó una sonrisa de amistad alcahuete y lo exoneró de toda culpa, regalándoselos. Aaaarrrooozz...
ACERTIJOS
1.- Pintor tijuanense, que por esto y su indumentaria estilo plebe norteña, se le conoce como "el tijuano" o "el cholo", Su pintura y dibujo expresan la intensidad órfica de la música, en particular del jazz y de su instrumento símbolo, el saxofón. Su nombre es Arturo Romero Ruiz. Otro mote vaciado que se le aplica es el de:
a) el macuarro
b) el churumbel
c) el macaco
2.- Pintor y guitarrista. Interpreta de manera excelente el "blues" con su guitarra acústica. En pintura, su acento abstraccionista es muy personal. Sobrevive vendiendo libros de segunda mano en El Chopo y La Lagunilla. Pocos saben que de chavo lo apodaban "el trivio". Su verdadero nombre es:
a) Samuel Chávez
b) Oscar Gómez César
c) Julio Villegas
Envíanos las respuestas correctas, a nuestro corre, y recibirás un dibujo original de los que han ilustrado los varios números de La Avispa Roja. Soluciones en el No 12.
PALOMITA X ESTA BOQUITA
"Me parece una estupidez lo que hacen actualmente los llamados artistas..."
"-¿Por qué...?-"
"No tiene ningún sentido, (pues) presumen ya de haberse salido del mercado y están metidos con las grandes empresas, con Jumex, con las colecciones de Slim, de Alemán y no sé quién más... (pero) están igual de vendidos, aunque más altamente. Luego, han perdido total comunicación con el público; lo que están haciendo ahorita, no me importa nada, nada, nada..."
"Prefiere dedicarse a..."
"...educar a las personas. Creo fundamentalmente en la educación. (Pero) mientras esté en manos de ésta estúpida de la Gordillo, estamos perdidos". (Ida Rodríguez Prampolini, entrevistada por M. Mcmaster al recibir la Medalla Bellas Artes el jueves 22 de enero . La Jornada de Enmedio, pág. 3A, S17/1/09)
-¡Ssoooppaaasss... sin más!
POETARIO
A RIMBAUD
X MU'IN BESSEISSO (Gaza 1926-1984)
Cuando Rimabud se convirtió en traficante de esclavos,
y tiró su red sobre Etiopía,
para cazar leoness negros,
cisnes negros,
abandonó la poesía...
Qué honesto fue el pequeño muchacho...
Pero muchos poetas
se convirtieron en traficantes de esclavos,
usureros
y no abandonaron la poesía,
fueron representantes de agencias de publicidad,
traficantes de pinturas falsas,
y no abandonaron la poesía...
En el Palacio del Sultán sus poemas se transformaron,
en puertas y ventanas,
mesas y alfombras
y no abandonaron la poesía...
Elogiados,
recibieron medallas y títulos,
oro, plata y vasos de piedra
y no abandonaron la poesía...
La marca del gendarme,
la pisada del gendarme en los poemas
y no abandonaron la poesía...
Qué honesto fue Rimbaud...
Qué honesto fue el pequeño muchacho...
(Trad. Marco Carrión)
Y REBUZNO LA BURRA
"Creo absolutamente que las mayores amenazas de regresión autoritaria están en el reforzamiento que actualmente se da a los poderes fácticos, en el sometimiento a las televisoras, en la connivencia con los monopolios, en el riesgo de que el PAN caiga en el pragmatismo y el electorerismo que tanto criticaron los fundadores, de que se reproduzca el modelo de subordinación priista al presidente en turno; que no le importe hacer alianzas hasta con el diablo por ganar una elección..." (Javier Corral Jurado, líder panista. Los verdaderos peligros, El Universal, J14/8/09)
¡Soooppaaasss...!
Para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo, ¿buscaban una radiografía veraz, real, fotográfica de lo que es el Partido Acción Naca hoy día? Ah, y que además no sea atribuible a tantos enemigos gratuitos que tienen los actuales rateros del sistema. Pues aquí lo tienen, mis cachanchanes... En ese párrafo que es muestra inverosímil de un mea culpa inconsciente, pero palabras al fin de un hara kiri consecuente o de plano, fruto del cinismo más aberrante y culero del mundo, le faltaron sin embargo al líder fundamentalista que las pronunció, agregar los términos de la corrpción, la impunidad, el clientelismo,la retórica y la demagogia, el chantaje (que es lo quen hacen con la caca mayor del PRI), desviación de recursos y partidas secretas (a los bolsillos del Mero-mero, claro), nepotismo (foxilandia y anexas) y, sobre todo, una mejor definición calificadora de los herederos de la aberración cristera y el pastel de boñiga que tanto les encanta: la hipocresía. Defecto supremo y non de todo fundamentalista -sea cristiano, católico, judío, musulmán, sikh, etc- y del cual como buen sinverguenza Javiercito el del Corral de mulas, es ejemplo más que elocuente.
ZAPOTEGMAS
- Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa se vuelve la nobleza de su lenguaje.
ALDOUS HUXLEY
- La verdadera desesperación puede convivir con el ingenio más asombroso.
PAUL AUSTER
- La mujer es un manjar digno de dioses, cuando no lo cocina el diablo.
WILLIAM SHAKESPEARE
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