EL PEINE
X JOSE LUIS COLIN
si viviese el tal Marcel Duchamp
-desnudo y bajando la escalera-
sería, además de pitoniso, el "ungido"
con el desecho primo reciclado,
por sus manos de bolero y mago.
De aquí en adelante
por los siglos de los siglos,
fue la primera vez
que la basura,
un pinche peine machacado
bajo los mil pies del insecto urbano,
cobró la forma de un billete fácil
pero que duraría menos
que el aroma de una taza de café
servida en algún cafetín de buena muerte
en los Campos Elíseos o el Barrio Latino
en parís,
ah, pero nada ingenuo
el gran jugador de ajedrez
como sus cristales
apostó a la eternidad de lo frágil
y efímero de esta moderna vida
su peine se degradará
y polvo se volverá,
colgado de los muros de un museo
que dentro de 600 años
es seguro que ya no exista.
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